En 2021, mientras hacíamos frente a la crisis sanitaria, económica y social de la pandemia y seguíamos convulsionadas por el Estallido Social iniciado en octubre de 2019, la presencia de activismos LGBTIQ+ y disidentes sexuales se volvió un referente al momento de enfrentar las crisis. Al mismo tiempo que quedó en evidencia la precarización, exclusión y violencia que experimentan cotidianamente, su acción activista brotó como semillas de organización, apoyo mutuo y solidaridad. Y este quehacer se multiplicó por los territorios abriendo líneas de fuga para el futuro.
De esta observación y del deseo de comprender y aprender de estos procesos, surge la investigación Ser y Estar Activista LTGBIQ+ y Disidente Sexual. Un acercamiento a la transformación de sus horizontes políticos.
Escrita por la investigadora, académica y activista lesbofeminista antirracista descolonial, Iris Hernández Morales, el estudio incluye las voces y visiones de 30 organizaciones y colectivas desplegadas por todo el territorio y da cuenta de sus estrategias y acciones durante la crisis.
En este sentido, las reflexiones recabadas abren un horizonte esperanzador: muestran cómo ante tanta crisis y ante tanta muerte, lxs activistas resolvieron obstáculos echando mano a su creatividad y, sobre todo, al fortalecimiento de sus articulaciones y alianzas, fundadas en fuertes vinculos que se construyeron desde la experiencia común, teniendo presente la sostenibilidad del activismo, en miras al Buen Vivir.
«Esta investigación tiene todo que ver con el recorrido de Fondo Alquimia. Este año cumplimos 20 años y en este tiempo hemos trabajado en conjunto y como aliadas de los movimientos feministas. Estamos abriendo una reflexión profunda respecto a los activismos, porque son nuestro ámbito y el espacio donde nosotras trabajamos desde la movilización de recursos, el apoyo en la entrega de herramientas y también desde la generación de alianzas. En ese caminar, hemos levantados muchos aprendizajes. Uno de ellos es que los contextos en los que se desarrollan los activismos son claves, son el sello de Fondo Alquimia. Estamos siempre muy atentas a lo que está sucediendo en los territorios, respecto a dónde activan las y les activistas, las distintas comunidades, y desde ahí nosotras modificamos y replanificamos nuestro trabajo. Junto con ello, consideramos la sostenibilidad del activismo otro aprendizaje. Es un tema central para nosotras, porque por éste hemos incorporado otros conceptos, como el Buen Vivir que es algo que problematizamos en nuestras últimas convocatorias y en nuestro trabajo respecto al caminar y las vidas de las y les activistas. Esta investigación aborda todo estos ámbitos y por eso la consideramos importante, porque nos va a dar pistas, porque nos va a permitir conversar y seguir aprendiendo en conjunto»
María Paz Becerra.
Sub directora de Fondo Alquimia.
Conceptos esenciales dentro de la investigación
Es el sistema de dominación impuesto por el colonialismo, capitalismo, patriarcado. Hace referencia a sus impactos en el Buen Vivir, en la sostenibilidad activista -defendida por Fondo Alquimia- y a los ejes fundamentales para dar cuenta de aspectos micropolíticos y macropolíticos presentes en las transformaciones que pulsan en los horizontes políticos activistas.
Definido como una «escena en donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer» actúa como detonante para el desarrollo del estudio Ser y Estar activista LTGBIQ+ y disidente sexual durante la pandemia. Un acercamiento a la transformación de sus horizontes políticos. En este se desarrolla una reflexión que interpela el orden impuesto por la triple dominación y a sí mismo respecto de las estrategias activistas y sus impactos.
Escucha los puntos centrales de la investigación «Ser y Estar activista…» en la voz de su autora, Iris Hernández Morales:
En el contexto señalado anteriormente, las voces activistas señalaron una serie de problemas que emergieron durante la crisis sanitaria, política y social. Dentro de este punto se destacan tres que sintetizan lo expuesto por las organizaciones LTGBIQ+ y disidentes sexuales: Centralismo – Fundamentalismos – Control Social.
«No surgen a partir de un debate identitario que se concentra exclusivamente en sus problemas. ¡No! Esto surge a partir de encuentros entre diferencias complejas, entre saberes culturalmente distintos y negados por el colonialismo (…) En la gran comunidad de las diferencias los encuentros son complejos, porque no son entre iguales que piensan lo mismo, es decir, van más allá de nuestro propio ser y estar y eso fortalece un sentido relacional de las luchas”, señala la autora.
El estudio visualiza que las estrategias implementadas por las organizaciones se enmarcan en las siguientes acciones: Llamadas al encuentro y producción de condiciones para los mismos – Operar en comunidad – Operar dentro de los territorios.
«En esta vía esperanza la comunión solidaria que resolvió un sinfín de demandas. Esta comunión transitó desde el desequilibrio -lxs activistas se olvidaron de sus propios problemas para resolver, colaborar y acompañar problemas de sus comunidades de base- a un poner al frente la importancia del autocuidado en dimensiones políticas, económicas, sociales. Cuando esto ocurre queda a la vista una crítica estructural que marca el carácter de la transformación de sus horizontes políticos y que hoy más que nunca asume la importancia de romper con la fragmentación y las jerarquías identitarias para incorporar una mirada relacional que no se concentra en lo humano nada más, sino que incluye la naturaleza”, añade Hernández
Conectado con lo anterior, las llamadas a la acción establecidas por las colectivas y organizaciones tienen relación con:
Los Encuentros y la Comunidad, porque se hace necesario fortalecer e incrementar los encuentros en todas las zonas para construir condiciones que estimulen la confianza y los afectos por lxs otrxs, poniendo en el horizonte un nuevo paradigma comunitario de cuidados que incluye a humanos y no humanos.
Formación y autoformación, para desarrollar procesos de formación y autoformación en torno a la triple dominación y así aportar al equilibrio que emana de la reciprocidad y sus flujos imperativo y potencial.
Co-construcción, en el sentido de afirmar lógicas de co-construcción de demandas comunes asidas a la ética de la honestidad en los encuentros con comunidades, de formación y de autoformación política que cultiven la escucha afectiva para fortalecer confianzas y regenerar el tejido social.